A la espera de conocerse la decisión que se toma respecto a los bases Josep Franch y Mikel Úriz, el Betis Energía Plus tiene abiertas varias vías para confeccionar la plantilla con vistas a la temporada 18-19 de la LEB Oro.

Con el futuro de Franch y Úriz en el aire, y aún más el de Alfonso Sánchez y Txemi Urtasun, el club también está buscando caras nuevas para un vestuario que, a día de hoy, está desierto.

O no tan nuevas, según a quién se pregunte. Con Pablo Almazán ambas opciones son igualmente válidas. Para el aficionado cajista, su nombre, como tantos otros de la LEB Oro, puede resultar totalmente desconocido. Pero para el director deportivo del Betis, Juanma Rodríguez, no lo es.

Almazán, alero de 2 metros de altura y nacido hace 29 años en Granada, se formó en las categorías inferiores del Unicaja desde que era cadete, siendo entonces Rodríguez el director deportivo de la entidad costasoleña.

Ahora, el granadino se encuentra sin equipo después de decidir no renovar su contrato con el CB Melilla de la LEB Oro, equipo en el que jugó las tres últimas temporadas y del que llegó a ser capitán.

Fue el propio jugador quien declinó continuar en tierras melillenses, donde apuntan que estaría buscando un nuevo reto deportivo. Ése bien podría ser un Betis, que debe pelear por el ascenso desde la primera jornada y que está en condiciones de hacer realidad dicho cambio de categoría.

El detalle no es baladí, pues Almazán ya sabe lo que es festejar un ascenso y no poder disfrutarlo. Le ocurrió con el Melilla en la temporada 15-16. Por eso mismo tampoco es un desconocido para Franch, pues ambos compartieron vestuario en aquel curso con final agridulce.

Si el base continúa en la disciplina verdiblanca, Almazán ya tendría quien le contara las vicisitudes del Betis. No obstante, éste no es el único destino que maneja el alero, a quien también podría tentarlo el equipo de su ciudad, el Covirán Granada, recién ascendido de la LEB Plata.