Deseosa Sevilla de verlo duele que Pablo Aguado y la empresa no hayan llegado a un acuerdo para suplir a Roca Rey en San Miguel. Dicho lo cual, y dejando constancia de dicha pesadumbre, creo que ambas partes han negociado desmañadamente. El torero ponía la condición de asegurar el futuro y la empresa no se dejó condicionar. Tras esto, todo el mundo pierde, aquí no hay ganadores, por lo que bien hubiera estado otra predisposición de todos. Aun respetando las posiciones de ambas partes, cuando una negociación se remata sin un solo ganador es para que todos se lo hagan mirar. Aquí pierde la empresa tras haber contratado a un torero menos taquillero, pierde el torero por no hacer el paseo en su tierra y pierde Sevilla. Es Sevilla la gran perdedora y no están los tiempos en el planeta de los toros para tomar medidas como ésta. Todos debieron ceder algo.