Tribuna

Antonio M. Álamos

integrante de la plataforma SalvaTusÁrbolesSevilla

Parques y Jardines: queremos más y mejores respuestas

El autor emplaza al responsable político de la gestión del arbolado en la ciudad a facilitarinformación y explicaciones sobre la política de talas desarrollada por el Ayuntamiento

Corte de árboles en Sevilla este verano.

Corte de árboles en Sevilla este verano. / Jose Ángel García (Sevilla)

Como futbolista que se tira al suelo fingiendo lesión para perder tiempo, así empezó David Guevara, concejal encargado de Parques y Jardines, su turno de respuesta a las preguntas que le formuló la Plataforma SalvatusarbolesSevilla en el turno de participación ciudadana del pleno del Ayuntamiento de Sevilla del 26 de octubre. Disponía de cinco minutos para responder y gastó el primero en una lección de baja política en la que se permitió el lujo de dar un consejo paternalista que nadie le pidió. Espadas, su alcalde, no estaba. Escuchar a la ciudadanía no es asunto de inmortales.

De regreso al campo de juego restaban cuatro minutos. Tenía delante una batería de preguntas. De esas que surgen cuando se pasea por esta ciudad y después se entretiene uno en leer qué papeles se escriben y firman desde el Ayto. buscando una explicación sobre el lamentable deterioro del arbolado de nuestra ciudad.

En cuatro minutos fue capaz David Guevara, que dispuso de las preguntas desde una semana antes para preparar su intervención, de sustentar las peores críticas que se le pueden hacer a la clase política.¿Cuántos naranjos hay en la Avenida de Alvar Núñez? 4 según Guevara. Hay 70 ¿Cuántos alcorques vacíos hay en la Avenida de Kansas City? 48 respondió aunque sólo en la acera de los número pares esta plataforma tiene fotografiados 46 ¿Desde cuándo están vacios? No hay registros.

Si los números los inventó, los columbró, los consultó en el catalogo de árboles (SIGAS), que no se ha dignado publicar incumpliendo lo aprobado en el Pleno del 27J, o mandó alguien a contarlos pertenece a la categoría de los misterios insondables. La cuestión es que este Ayuntamiento ha firmado contratos de mantenimiento del arbolado urbano por valor de unos 60 millones de euros sin que nuestro concejal parezca saber ni los árboles que hay en Sevilla.

Preguntado sobre qué valor económico tiene la madera de los 2500 árboles talados, afirma desconocerlo. Confesó sin inmutarse que se tira al vertedero. El silogismo es fácil: la madera vale dinero, la madera se tira al vertedero, luego el dinero se tira al vertedero. Desconocemos si es poco o mucho, pero es dinero público y no sobran precisamente en esta ciudad barrios desolados donde invertirlo.

¿Qué calificación de riesgo tenía el árbol caído en el Bar Chile que hirió a siete personas? Ninguna, tenía calificación de árbol seco. Parece pues que los árboles secos no tienen calificación de riesgo en nuestra ciudad. Ya sabe a qué se expone, incauto ciudadano si en su camino se cruza con alguno.

¿Qué calificación de riesgo tenía ese árbol antes de que se le practicara una poda terciaria? Ninguna. No estaba calificado. ¿Investigación sobre el asunto? En marcha, no puede consultarse. Esperamos. La paciencia es una de nuestras virtudes y es necesaria mucha para soportar tanta falta de transparencia.Sí sabemos ya, o al menos eso afirmó, que se cumplirá el PGOU en cuanto a reposición de árboles pero no en este mandato. En el próximo.

Confirmó, sin embargo, que aún no hay plan de plantaciones 2118-2019. Debe ser un detalle menor que se cite este plan, algo inexistente, en la firmada "Propuesta de adquisición de árboles para reposición de arbolado en zonas de conservación de empresas externas" que ha efectuado el Ayuntamiento el 20/9/2018.

Detalle menor también, pero que no deja de provocar sonrojo, es que confunda un nóctulo con un ave cuando intenta responder al número de aves recuperadas tras las podas y talas. ¿Qué pasó con las crías?. Reubicadas en árboles cercanas. En el C.R.E.A. donde dijo en otra comparecencia que las enviaba, no se las admiten. Si nuestro concejal deja algún día la política no dudamos que podrá ganarse la vida contando cuentos a la sombra de un árbol si es que aún queda alguno.

Todo concluye y el tiempo avanzaba en su casillero. Sus respuestas, insuficientes, inexactas, evasivas, a otras preguntas dejaban aún más interrogantes en el aire. La campana final le libró de responder a otras muchas. Volveremos a formulárselas en el próximo pleno si es que nos dejan. No fue fácil entrar en este. Esa es otra historia.

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