La Gerencia de Urbanismo ha ordenado la inmediata suspensión de las obras y la actividad hotelera que viene realizándose en el Hotel Epicentro, que se encuentra en un inmueble de cuatro plantas en el número 41 de la calle Sierpes esquina con Rivero.

Los técnicos de Urbanismo detallan que los propietarios del hotel de una estrella se encuentran adecuando las plantas primera, segunda y tercera del edificio como establecimiento hotelero. Los trabajos incluyen los accesos desde la planta baja y afecta a una superficie aproximada de 548 metros cuadrados que contaban con un uso anterior de oficina.

En el expediente se avisa que existe una ampliación por remonte que consiste en la construcción de una pérgola metálica sobre una cubierta de una superficie de 85 metros cuadrados. En el proyecto presentado en la sede de la Gerencia en la Isla de la Cartuja, los arquitectos plantean que los trabajos afectan a una superficie de 49,5 metros cuadrados, lo que conlleva la elevación de muro medianero en azotea con una altura de 2,20 metros y una longitud de 21,80 metros.

Los operarios municipales pasarán en unos días para precintar el negocio

La propiedad del Hotel Epicentro cuenta con dos licencias solicitadas aún sin conceder. Urbanismo ha requerido una documentación complementaria a una de ellas. Los operarios municipales pasarán en unos días para precintar un negocio que se encuentra en una de las principales calles comerciales de la ciudad copada por franquicias y firmas nacionales.

En los distintos portales de internet en los que se oferta el establecimiento hotelero explican que “es un alojamiento económico con aparcamiento, un depósito de equipaje y un ascensor. Hay 18 habitaciones de categorías habitación triple, habitación doble y suite con TV de pago, un vestidor, un ordenador personal, un armario y cortinas opacas. Todos baños están equipados con una bañera, una ducha y un secador de pelo”.

A escasos metros de este negocio, la Gerencia ordenó a finales de marzo la inmediata paralización de unas obras que se realizaban en el número 29 de la calle Cerrajería para levantar un hotel de dos estrellas. Los técnicos argumentaron en el expediente que los trabajos no se ajustaban a la licencia concedida, ya que el castillete de la escalera contaba con una altura libre desde el suelo al techo de tres metros y 78 centímetros, siendo la permitida en el proyecto presentado dos metros y 70 centímetros.