El plan contra los alunizajes puesto en marcha por la Policía Nacional y la Guardia Civil está empezando a dar sus frutos. Son ya tres las noches sin robos con fuerza las que se han sucedido en Sevilla, después de más de una semana en la que se registraron más de quince alunizajes.

El dispositivo consiste en una serie de controles en las principales avenidas y carreteras de la ciudad y el área metropolitana. En estos controles participan agentes de antidisturbios, la Unidad de Intervención Policial (UIP) en el caso de la Policía Nacional y del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) en el de la Guardia Civil.

Estos agentes despliegan cadenas con pinchos para impedir la fuga de los vehículos y montan controles al estilo de los antiterroristas, con armas largas y el vehículo atravesado en la vía. Este despliegue se refuerza desde el aire con los helicópteros de ambos cuerpos, para mantener así localizados en todo momento los vehículos sospechosos.

Este plan tiene algunos inconvenientes, como los atascos de tráfico que provoca en algunas ocasiones. Fue el caso de la retención ocurrida el pasado miércoles, después de que la Guardia Civil montara un control de este tipo en la ronda de circunvalación SE-30.

El atasco llegó a ser de dos kilómetros y se vieron afectados numerosos conductores que se dirigían a las playas de Huelva a pasar el día festivo. Las retenciones afectaron sobre todo al tramo comprendido entre el puente de la Reina Sofía y la recta de Tablada.

Por el momento, y aunque aún es pronto para hacer valoraciones definitivas, el plan está comenzando a dar resultados. La Policía Nacional y la Guardia Civil diseñaron este dispositivo para dar respuesta a los robos que estaban siendo más frecuentes en los últimos días en Sevilla, y que son muy difíciles de perseguir, ya que los ladrones utilizan coches muy potentes para darse a la fuga y no dudan en mantener persecuciones con los patrulleros de la Policía y la Guardia Civil.

Desde principios de agosto ha habido más de quince alunizajes en Sevilla y los alrededores de la capital. Entre ellos, algunos golpes han sido tan espectaculares como el ocurrido en el centro comercial Nervión Plaza, donde siete encapuchados empotraron un BMW contra la puerta principal y luego se desplegaron por el interior del recinto. Rompieron con mazas los escaparates de tres tiendas (una joyería, un negocio de telefonía móvil y otro de informática) para sustraer los artículos que pudieron llevarse en meno de tres minutos.

También han desvalijado en varias tiendas de telefonía de distintas zonas de la ciudad, en hamburgueserías de la cadena Burger King y en el local de la empresa Worten en el centro comercial Aire Sur de Castilleja de la Cuesta, entre otros.