Sueños esféricos
  • La muy rigurosa roja a Bellerín no puede opacar que el equipo no muerde de visitante

El Betis viaja, el Betis mengua

Manuel Pellegrini, reflexivo en la banda del Power Horse Stadium. Manuel Pellegrini, reflexivo en la banda del Power Horse Stadium.

Manuel Pellegrini, reflexivo en la banda del Power Horse Stadium. / Javier Alonso

ES trascendental que el brillo no tenga dueño. Que si un día, o varios, es Isco Alarcón quien merezca el MVP (y otros cuantos la gente lo vote por la broma), otro lo sea Willian José, otro Assane Diao, otro Fran Vieites (la noche de la pasada jornada ante Las Palmas) y otro lo sea el sustituto del portero del filial, Rui Silva. Así, si el partido no está para ganarlo, al menos no perderlo. Y fue lo que ocurrió con la notable respuesta del portero portugués. Reflejos y brazos fuertes para que esos balones tan vivos, golpeados desde cerca, no salgan repelidos y sueltos en el área pequeña, entregados a la suerte para que los jugadores del Almería sólo tuvieran que empujarlos a la red. La respuesta del guardameta fue clave para que el Betis no perdiera un partido que, por muy colista y casi condenado que fuera el rival, lo normal es perderlo si te quedas con uno menos en el minuto 27.

Lo positivo del Betis en el oriente andaluz fue eso, que ha llegado a un nivel competitivo que lo lleva a puntuar en situaciones tan adversas. Lo negativo, es que la versión verdiblanca lejos del Benito Villamarín sigue desafinando. No puede ser casualidad que un equipo se lleve casi cuatro meses sin ganar como visitante y es lo que le ha ocurrido al Betis.

No termina de ajustar Pellegrini a su Betis para que lleve el partido a su terreno, insista, someta, cree ocasiones y si no es así y el equipo local le discute la superioridad, que al menos sea una serpiente enroscada y muerda en el momento adecuado.

Recuerdo aquel 0-4 del Betis en San Sebastián que fue clave para la tercera Copa del Rey. William Carvalho irrumpiendo en el área, Álex Moreno desdoblándose por la izquierda, Juanmi interpretando ese papel de goleador que pasaba por allí. Y Fekir con su aura, claro.

Asumiendo que no hay relevo para Álex Moreno ni Canales ni Juanmi, y en espera de que Carvalho y Fekir se reencuentren, don Manuel tiene trabajo por delante.

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