En la pasada mañana de Reyes del 5 de enero se celebró en Lipasam una comisión ejecutiva urgente y extraordinaria para darle el visto bueno al proyecto de la nueva ordenanza municipal de limpieza del espacio público y gestión de residuos municipales. La delegada de Limpieza, Evelia Rincón, y el gerente de Lipasam, Manuel Torreglosa, se mostraron a favor de un documento que recoge un punto que afecta de lleno a las hermandades: “En aras de velar por el adecuado mantenimiento del espacio público y proteger la seguridad de peatones y usuarios de vehículos, las cofradías y organizadores de cortejos procesionales que se celebren en la ciudad en fechas distintas a la Semana Santa, Corpus Christi y Virgen de los Reyes, emplearán métodos adecuados para evitar el vertido de cera al suelo”. Un despiste remediable.

Ese apartado 11 del artículo 78 de la nueva ordenanza municipal de limpieza salió adelante gracias a los votos favorables de los dos populares, que forman parte de una comisión que cuenta con tres miembros. El representante de Vox votó en contra al entender que no tuvo tiempo para revisar un documento que le llegó a sus manos solo dos horas antes. Una drástica medida que, de llevarse a cabo, afectaría de lleno al largo calendario de hermandades de gloria y sacramentales, así como a la extensísima agenda de procesiones extraordinarias que aprueba el Arzobispado de Sevilla.

Esta nueva ordenanza desató la polémica la semana pasada entre el PP, PSOE y Vox, que se enzarzaron en un cruce de acusaciones sobre ese punto que recoge la prohibición de emplear cirios en las procesiones fuera de la Semana Santa, el Corpus y la Virgen de los Reyes. El partido de Santiago Abascal culpó al gobierno local de José Luis Sanz de esta limitación, mientras que los populares no dudaron en hacer responsables a los socialistas de incluir dicha regulación cuando comenzaron a redactar este texto.

El aviso lo activó Vox. Cristina Peláez, portavoz de su grupo municipal, alertó de la pretensión del equipo de Sanz de “prohibir los cirios” en los cortejos procesionales que se celebren en fechas distintas a la Semana Santa, el Corpus y la Virgen de los Reyes. Para el partido situado a la derecha del PP, ese planteamiento supone “atentar contra la propia naturaleza de ambas celebraciones”. La limitación no sólo afectaría a las procesiones, también a las cabalgatas de Reyes Magos, pues, según Peláez, se pretende poner un tope a la cantidad de caramelos que se lanzan en estos cortejos y que más de la mitad acaban tirados en el suelo.

En el apartado 10 del artículo 78 se puede leer: “En aras de prevenir la generación de residuos, evitar el desperdicio alimentario y velar por el adecuado estado de limpieza del espacio público, se velará por la paulatina disminución del reparto de caramelos en las Cabalgatas de Reyes hasta niveles sostenibles y, en particular, se prohíbe arrojar caramelos duros y masticables u otros similares de especial adherencia al pavimento”.

Las críticas de Vox las respondió la concejal de Limpieza, quien culpó al anterior gobierno socialista de la elaboración de este punto en el texto primitivo de la ordenanza. “Nos encontramos el proyecto de borrador de la ordenanza de limpieza, iniciado por el PSOE en 2022 y, entre otros artículos, contemplaba éste”, aseguró Rincón antes de llamar a la calma al asegurar que “el punto referente a la cera será eliminado”.

El gobierno puso la pelota de los cirios y caramelos en el tejado del PSOE, donde tampoco dudaron en meterse en este cruce de acusaciones. A las declaraciones de Rincón respondió la concejal socialista Myriam Díaz, quien recordó que el borrador de la nueva ordenanza de limpieza es fruto de un proceso de participación ciudadana que comenzó hace dos años. “En medio año de gobierno podrían haber suprimido ese punto y no lo han hecho, ni siquiera se han leído el texto”, lamentó la edil socialista.