Tristemente modernos
Lo único que permanecía inmutable era el escenario, el caserío, la finca en la que se enraizaba un árbol familiar.
A la espalda
Los reyes siempre se han revestido con mantos, coronas y joyones conscientes de que la desnudez es mejor imaginarla.
Servicio de desatención
Entran ganas de revolear el ordenador y aporrear la puerta del organismo correspondiente.
Roja y azul
Al preguntarle que, cómo ella, tan roja, llevaba la cinta al cuello, me dijo que tiene especial interés en vulgarizar a los pijos.
La televisión no era tan tonta
Lejos de apolillarse resulta mucho más moderna, cuidada, libre y culta que la de ahora.
El lento tardar
Isabel II ha tenido la suerte de tener un pueblo al que no le gustan los cambios bruscos, algo muy compatible con la vejez.
Oscuras golondrinas
El hombre que una vez tuvo poder sigue hablando no como si fuera a volver a obstentarlo sino como si no lo hubiera perdido nunca.
La tiendecita
No seré yo quien diga cómo han de llamarse las cosas, que es labor profundísima de académicos y filósofos.
Ganarse la vida
Ganarse la vida, en lo que fuere, es un milagro. Hagámoslo posible, hagámoslo grande.
Falsa actualidad
Hoy todos los poderes andan debilitados y empobrecidos, sometidos no a sus principios sino a la supervivencia.