El Betis respiró aliviado con el pitido final de García Verdura. El fantasma del empate rondó en Heliópolis desde el 3-2 con el partido abierto y en una fase de ida y vuelta que ya se veía antes de que el segundo regalo del Almería acabara en gol de Ayoze.

El equipo de Pepe Mel acumulaba hombres por dentro, tenía superioridad ante el doble pivote verdiblanco (entonces William Carvalho y Guido), y a la espalda de éste generaba mucho peligro, amén de las subidas de los laterales –sobre todo de Centelles– y las caídas también hacia dentro de los hombres de banda, sin obviar la movilidad del punta, como se vio con Luka Romero (antes con leo Baptistao) y Luis Suárez. La contención bética era inexistente, con Guido perdiendo balones en la zona de peligro – como en una acción en el alargue que provocó una peligrosa contra que faltó poco para acabar en gol– y un Carvalho que entró por Johnny para tener la pelota y que apenas la vio con el 3-2.

El runrún en la grada creció y hasta los pitos aparecieron más de una vez ante la bajada de tensión de un Betis que había salido enchufado al partido, que rompía con salidas al primer toque en transiciones rápidas la presión del Almería y que encima había aprovechado los fallos groseros del rival para ponerse 2-0. Sin embargo, los verdiblancos bajaron el pistón y el equipo de Mel, valiente y atrevido, se metió en el partido con el gol de Leo Baptistao.

Volvió a salir enchufado el Betis de la caseta y el tanto llegó tras otro regalo del Almería entre Luís Maximiano y Chumi. Parecía el partido encarrilado, pero llegó la inmediata reacción del Almería con el 3-2 de Luka Romero. Sin Willian José se quedó el Betis sin referente arriba, el Almería sacaba la pelota con más comodidad y en el centro del campo era superior para llegar cada vez más y con más peligro a la portería de un Rui Silva nada entonado. Demasiado sufrimiento. Partido de ida y vuelta y encima con mala lectura de Abde, Fekir y Rodri en las contras.

Defensa

Sufrió la zaga bética en los centros laterales y las subidas por las alas, como se vio en los dos goles encajados. El primero, entre Marc Pubill y Leo Baptistao; y el segundo en un centro de Centelles que en doble remate lo aprovecha para marcar Luka Romero. Mejor en las marcas y en el juego aéreo la pareja de centrales.

Ataque

Isco sigue en su línea, gol y asistencia. Ayoze sigue marcando y Fornals volvió a ver portería por segundo partido seguido. Después, ni Abde, ni Fekir ni Rodri estuvieron finos en las contras de la segunda mitad.

Virtudes

Sobrevivió en el sufrimiento.

Talón de Aquiles

Muchas fases de descontrol.