La Guardia Civil salvó el domingo la vida a un delincuente que se arrojó al río Guadalquivir tratando de huir. Los hechos ocurrieron sobre las ocho de la mañana del domingo en la carretera SE-020, conocida como ronda supernorte, que conecta el aeropuerto de San Pablo con la isla de la Cartuja. Los agentes del subsector de Tráfico de la Guardia Civil habían establecido un control de alcoholemia y drogas en esta carretera, donde dieron el alto a un turismo en el que viajaban dos personas..

Las herramientas que llevaba en el coche para presuntamente cometer robos.

El coche, en lugar de parar, continuó la marcha de forma temeraria, según informó ayer la Guardia Civil en un comunicado. El conductor llegó a arremeter contra los agentes, intentando atropellarlos. Finalmente, el vehículo colisionó contra la mediana de la carretera. Las dos personas que viajaban en el coche se apearon y continuaron la huida a pie. Los guardias civiles los siguieron. El hombre que iba en el asiento del acompañante logró huir en otro turismo, mientras que el conductor se arrojó inesperadamente al río Guadalquivir, al ver que estaba a punto de ser alcanzado por uno de los guardias que lo perseguían.

El agente vio que el hombre se encontraba en una situación de peligro y que se estaba ahogando. Por ello, decidió lanzarse inmediatamente al río, de donde consiguió rescatarlo con vida. Una vez fuera de peligro, la Guardia Civil sometió al sospechoso a la prueba de alcohol y drogas. En ambas dio positivo, por lo que fue detenido.

Los agentes comprobaron que el arrestado es un varón de nacionalidad española, de 40 años de edad y vecino de Valencina de la Concepción. Se trata de una persona con un amplio historial delictivo. Le constan ocho detenciones y ha estado implicado en más de cincuenta hechos delictivos. Uno de los cargos por los que ha sido arrestado en anteriores ocasiones es el de tenencia y consumo de drogas y armas.

En el interior del vehículo siniestrado se hallaron útiles que este hombre utilizaba presuntamente para cometer los robos. Entre otros, se le han intervenido un martillo de grandes dimensiones, una capucha y una gorra para ocultarse y unos guantes para no dejar huellas.