“A través de las ordenanzas fiscales de 2024 pretendemos implantar en este Ayuntamiento el inicio de unas rebajas fiscales que iremos aumentando durante todo el mandato para que el dinero de los sevillanos esté en su bolsillo”. Junto a esta declaración de intenciones, el delegado de Hacienda detalló a finales de septiembre que el ahorro para los contribuyentes el año que viene será de cuatro millones de euros. Una verdad a medias de Juan Bueno. El motivo es que el Ayuntamiento tiene previsto ingresar una cifra similar con la retirada de algunas bonificaciones y la creación de nuevas tasas. El presupuesto de la Casa Consistorial siempre anda cogido con pinzas y cualquier rebaja fiscal de calado exige incurrir en deuda, algo que en este caso no ocurrirá al existir una compensación.

En los datos internos de la Agencia Tributaria de Sevilla, a los que ha tenido acceso este periódico, queda todo reflejado. La propuesta del equipo de José Luis Sanz es una bajada generalizada de los impuestos en un 1%. Afecta al IBI, al sellito del coche, la plusvalía, el IAE y el ICIO. Si lo sumamos a los nuevos beneficios fiscales, las arcas municipales dejarán de ingresar unos cuatro millones de euros.

Desglosado queda de la siguiente manera. El Ayuntamiento dejará de percibir por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) 1,76 millones de euros; del Impuesto Sobre Vehículos de Tracción Mecánica (el conocido como sellito del coche) 339.000 euros; del Impuesto sobre Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (la llamada plusvalía) 172.000 euros; del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) 254.0000 euros; y del Impuesto sobre Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (ICIO) 135.000 euros.

A esto hay que añadir que el impacto total de las nuevas bonificaciones propuestas por el equipo que encabeza Asunción Fley es de 1,3 millones de euros. Si hacemos recuento, la cifra es de poco más de cuatro millones de euros. Lo que comentó Bueno que los sevillanos se ahorrarán.

¿Y cómo compensa esta rebaja fiscal la Agencia Tributaria para no tener que incurrir en deuda? Retirando algunas bonificaciones y creando nuevas tasas. Empecemos por los inmuebles que hasta ahora estaban exentos de abonar IBI al tener una cuota inferior a los seis euros en el caso de los urbanos (la gran mayoría son trasteros) y de doce euros en el caso de los rústicos. En el primero, eran 10.619 los beneficiarios. Por lo que el Ayuntamiento ingresará 86.298 euros el año que viene si salen adelante las ordenanzas fiscales. Los usuarios exentos en el segundo caso eran 508, por lo que se percibirán algo más de 2.000 euros.

Si ponemos el foco en el número de ciclomotores y motocicletas que pierden la bonificación del sellito, salen números llamativos. Los propietarios de esas motos de pequeña cilindrada que volverán a pagar el impuesto de circulación son 37.872, lo que repercutirá con 224.308 euros en las arcas municipales. El número de motocicletas que hay en Sevilla con un tope de 125 centímetros cúbicos es de 39.500, por lo que entrará en el Ayuntamiento 233.950 euros.

¿Y cuántos recibos que estaban domiciliados pierden el 5% de la bonificación? Un buen pico. Se trata de 254.099 sevillanos, por lo que Hacienda ingresará 1,6 millones. En el caso de los recibos cuya rebaja era del 1% son 176.266 sevillanos, dejando en las cuentas municipales 220.000 euros. Por otro lado, los contribuyentes que pagan el IAE en la ciudad son 7.780.

Casi 80.000 motoristas abonarán más de 450.000 euros por el impuesto de circulación

A este total de 2,4 millones de euros que volverá a ingresar el Ayuntamiento el año que viene, hay que sumarle la actualización de la tasa de las incineraciones del cementerio de San Fernando. Si cogemos las cifras del año pasado, Hacienda percibirá unos 500.000 euros el año que viene. Otro ingreso que sumará las arcas municipales es la prestación del servicio de bodas que se da en la Casa Consistorial. Dicho servicio, supone unos costes de personal, mantenimiento y seguridad que hasta ahora asumían todos los sevillanos a través de los presupuestos, y que ahora, en parte, van a cubrir directamente los interesados que hagan uso de ese servicio. Los que se casen en el Ayuntamiento deberán abonar 116 euros a excepción de los mayores de 65 años o los desempleados.

Aún queda por ver qué pasará finalmente con la tasa de basura. Si sube un 30%, los ingresos serían de 27 euros por recibo al año. Tampoco hay datos concretos de cuánto ingresará el Consistorio por la nueva tasa de ocupación del subsuelo y/o vuelo por la utilización de las redes de suministro para telefonía móvil. Sumando y restando todas las cantidades, queda claro que la rebaja fiscal queda prácticamente anulada con la retirada de las bonificaciones y las nuevas tasas.

Y eso dejando fuera la subida de la factura del agua en los hogares sevillanos, que oscilará finalmente entre el 18% para las familias que tengan un consumo normal y un 40% para los que tengan un consumo excesivo. La medida fue aprobada por los quince consejeros que se encargan de la dirección, administración y representación de la empresa de aguas.

La previsión es percibir unos 500.000 euros por la actualización de la tasa de incineraciones

La subida para los dos próximos años se mantiene en el 30%, pero el incremento será igual en 2024 y 2025, del 15%. Era una de las principales peticiones de los alcaldes socialistas. Las viviendas con consumo eficiente bonificado pasarán de abonar al mes 15,39 euros a 16,54 euros en 2024 y 17,77 euros en 2025. Las viviendas con un consumo normal pagan ahora mismo 20,59 euros. Pues el año que viene la factura será de 22,44 euros y el siguiente de 24,46 euros. En el caso de las viviendas con consumo alto, están abonando al mes 23,14 euros. En 2024 subirá a 27,18 euros y en 2025 29,85 euros. Por último, las viviendas con un consumo excesivo pasarán de los 27,3 euros que pagan en 2023 a 35,53 euros en 2024 y 39,02 en 2025.

Para el año que viene también se fijan nuevos umbrales de consumo. Para los hogares bonificados, se pasa del límite actual de 100 litros por habitantes y día a 90. En una casa con un consumo normal, el límite cambia de 130 a 110 litros por habitante, en una con un consumo alto se pasa de 130-150 a una horquilla de entre 110-130. El consumo muy alto se considera ahora a partir de 130, cuando este año era desde los 150 litros por habitantes y día. La idea de Emasesa es gravar a los clientes que no bajen el consumo.

Esta misma semana, el alcalde defendió la bajada del 1% en los impuestos municipales y la creación de nuevas tasas, como el importe establecido por las bodas. “Ese servicio conlleva una serie de gastos que pagan los sevillanos (técnicos de sonido, policías...) Aun así, la cantidad de 116 euros no cubre esos costes”.

La fachada de un bloque de pisos de la calle Arjona de Sevilla.