Sevilla

La isla de la Cartuja alberga 16 edificios vacíos o sin uso

  • En la lista figuran el Pabellón de Hungría, embargado y con retraso de un año más en la salida a subasta, el de Cruzcampo, que ha salido a la venta, y el del Siglo XV que pide ocupar La Carpa.

A dos años del vigésimo quinto aniversario de la Exposición Universal de Sevilla que se celebrará en 2017, el recinto que acogió aquel evento clave para la ciudad está ocupado en su mayor parte por el Parque Científico y Tecnológico (PCT) Cartuja y cuenta con 90 pabellones o edificios con actividad empresarial, científica e investigadora, universitaria, cultural, deportiva, de servicios públicos y administrativos. Pero no todos están en activo en la actualidad, ya que a día de hoy 16 de estos edificios carecen de uso por diversas causas. En años anteriores sí fueron sede de empresas o entidades.

Según datos de la sociedad gestora del parque, de los 17 edificios permanentes que levantó la sociedad estatal Expo 92, cuatro están sin uso o con uso parcial. El Pabellón del Futuro y el Pabellón de la Naturaleza forman parte de la lista de los inmuebles sin uso, ya que el primero acoge actividad únicamente de forma intermitente y el segundo está ocupado parcialmente por el Consulado de Marruecos. Ambos pertenecen a la empresa pública de la Junta de Andalucía (Epgasa), que gestiona los activos de la Expo 92. En los de servicios de la Banda Oeste también están sin actividad dos: uno propiedad de la constructora Detea y otro de la misma empresa que fue demolido y entregado como dación en pago al Banco de Santander.

Detea abrió un litigio judicial en el mandato de Zoido contra el Ayuntamiento de Sevilla por el desmantelamiento y robo que sufrió en estos edificios tras el traslado de la Policía Local, pero espera cerrar el litigio a cambio de una compensación económica, según aclararon ayer a esteperiódico fuentes de Detea.

De los siete efímeros de la sociedad estatal que luego fueron reutilizados sigue sin uso el Pabellón del siglo XV. La asociación Legado Expo, la activa entidad cívica que dirige Ángel Aramburu, lamenta que este valioso pabellón sirva como mero "trastero" al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo cuando hay entidades de gestión cultural como La Carpa que lo han solicitado ala Junta de Andalucía para llenarlo de actividad.

De los 16 pabellones de participantes de la Expo 92 construidos como permanentes tres se encuentran sin actividad: los de Turquía (propiedad de la Junta), Chile (propiedad de Bogaris) y Cruzcampo (propiedad de Heineken). Este último ha sido puesto a la venta recientemente por la compañía cervecera y cualquier paseante puede en su fachada el cartel de Inerzia asesores inmobiliarios.

De los 11 pabellones de los participantes de la Expo que se concibieron como efímeros pero luego fueron reutilizados, únicamente el bellísimo de Hungría permanece sin actividad. Legado Expo recuerda que está embargado y que la salida a subasta del inmueble se ha paralizado un año más por desacuerdo en el precio de venta entre La Caixa y el Banco Sabadell. La embajadora de Hungría mostró hace dos años a la asociación Legado Expo su interés de hacerse con el edificio. "Este pabellón es la niña bonita de la Cartuja y deseamos que pueda volver a estar en uso para el aniversario de la Expo en 2017. Es una de las obras cumbres del destacado arquitecto Imre Makovecz", explica Ángel Aramburu.

De los 35 de nueva planta construidos desde el fin de la Expo, hay siete edificios sin uso, de los cuales uno se encuentra en ejecución (el Centro de Transferencia Tecnológica de la Universidad de Sevilla, Centrius) -en lo que era la Plaza Sony- y otro en uso parcial (la sede de la Confederación Empresarial Española de Economía Social, Cepes), donde se levantaba el Pabellón de la Santa Sede. Por lo demás esta lista de nuevos inmuebles vacíos y cerrados sin uso alguno se completa con cinco más. Por un lado, el auditorio de la Sociedad General de Autores de España (SGAE), cerrado pese al despilfarro de millones que supuso. También el hospital privado Cartuja que construyó con inversiones públicas millonarias la empresa Instituto Cartuja Corporación para investigación en radiodiagnóstico y medicina genémica personalizada y lamentablemente fracasó. Tiene varias decenas de habitaciones, así como consultas y quirófanos. Le siguen los edificios I y II del Centro Andaluz de Estudios Universitarios (Ceade), el primero ya propiedad del Banco de Santander y el segundo de Santa María del Río. Y el edificio Da Vinci propiedad del Centro de empresas de propiedad de Tecnoláser, que está también sin actividad.

En el lado opuesto, son 74 pabellones o edificios los que acogen empresas o usos diversos, entre ellos los cuatro singulares de la Cartuja: Torre Triana, utiizado por varias consejerías de la Junta; el Pabellón de la luz, sede de Red Eléctrica de España; el Estadio olímpico, obra de los arquitectos Cruz y Ortiz donde funciona también un hotel y un centro de empresas; y el centro regional de RTVE.

Otros elementos abandonados dentro de la isla que no aparecen en el listado son dos estaciones de telecabinas. Legado Expo lamenta que haya quedado en nada el proyecto municipal para dotarlas de actividad. En la Expo original hubo un total de 59 pabellones de los participantes que se demolieron o trasladaron.De los construidos por la sociedad estatal que siguieron esta misma suerte se contabilizaron nueve, entre ellos el Palenque, sobre cuyo solar se va a levantar un edificio de oficinas con aparcamiento subterráneo.

Desde Legado Expo, Ángel Aramburu asegura que con la tesitura económica actual es normal que algunos pabellones se hayan quedado sin uso y opina que el balance de ocupación del recinto de lo que fue la Expo 92 es "positivo tanto en el nivel de uso como en el de recuperación".

En los próximos años, la conexión del Cercanías con el Metro de Blas Infante (que cuenta con partidas económicas en los presupuestos generales del Estado 2016) puede suponer un paso de gigante para mejorar la movilidad en la Cartuja. Es necesario para cuando se ponga en marcha la Torrre Pelli con sus oficinas y su y hotel, así como el centro comercial y el Caixaforum cultural en ejecución. El alcalde Espadas quiere recuperar todo lo que fue la Expo para la cita de 2017.

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