Memoria Histórica

El movimiento memorialista "celebra" en la Macarena la exhumación de Queipo y Bohórquez

Manifestación en la Macarena / Juan Carlos Vázquez

Hora del Ángelus. Mientras repican las cuatro campanas de la espadaña de la Basílica de la Macarena, puntuales, ya se han concentrado en corro medio millar de personas que celebran el triunfo de la Memoria Histórica... en el caso de dos de los generales del franquismo. "Celebramos con alegría el triunfo de la justicia", dice Gracia Maqueda, portavoz memorialista. La petición de la cofradía de que no se use políticamente a la Macarena queda un poco en el aire. Pero todo fluye con normalidad.

A la misma hora en la que dentro de la basílica se reza el rosario, empieza puntual el manifiesto que quiere honrar a los represaliados durante la Guerra Civil por el bando sublevado, mientras resuena la letanía en el atrio del edificio levantado con diseño de Aurelio Gómez Millán en el mandato como hermano mayor de la Macarena de Francisco Bohórquez y auspiciado por Gonzalo Queipo de Llano. No hay interferencias entre ambos actos, el litúrgico y el reivindicativo. En Sevilla cabe de todo, a veces, incluso altavoces cruzados, que no incompatibles.

"Durante años hemos hecho vigilias en al Arzobispado y aquí exigiendo lo que esta semana se ha cumplido, la exhumación de los restos del genocida y de su ayudante. Es un día en el que los gritos justicia y reparación se tienen que oír más alto que las campanas que acabamos de escuchar. Es un día de victoria del movimiento memorialista", relata Gracia Maqueda. "Nosotros no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos, queremos que igual que están sacando a 1.600 víctimas de Pico Reja se saquen a los demás que lucharon por la libertad, por la democracia y por la república", añade. 

Los restos mortales de ambos generales, artífices principales de que Sevilla quedara en el bando nacional y la guerra no se prolongara en la provincia, a costa de miles de represaliados, eso sí, fueron exhumados entre la noche y la madrugada del 2 al 3 de noviembre, durante cinco horas, con discreción y en su justa medida. La Macarena acertó para que aquello no se convirtiera en un circo mediático con su daño colateral de instrumentalización política. Ya ha sido bastante instrumentalizada la cofradía a lo largo de su historia... 

Los monumentos a Juan Manuel Rodríguez Ojeda, creador del estilo macareno, refundador de la estética cofradiera en el primer tercio del siglo XX, y Joselito el Gallo, el torero que le regaló las mariquillas y que no tuvo tiempo de hacerle un palio con orfebrería de oro a su Virgen de la Esperanza, son testigos mudos de la manifestación memorialista. Sus pedestales están copados por participantes en el evento triunfal.

Entre banderas tricolores, del PTA y del PCE, alguna de la CNT, efigies alegóricas de la República, una bandera oficial de Andalucía -el Parlamento andaluz silente al fondo- y algún puño en alto, Gracia Maqueda empieza su manifiesto. Muchas personas, descendientes de los asesinados en aquella guerra cuyas lacerantes heridas aún no están cerradas del todo, exhiben en folios escritos a mano los nombres de sus ascendientes. Necesitaban luz y taquígrafos para honrar la memoria de sus ancestros. Algunos no estaban de acuerdo con la nocturnidad de la exhumación. Hay vivas a la república. También hay vivas a la democracia. Y gritos de "verdad, justicia, reparación". "Y garantía de no repetición", incide el lema memorialista. "Que no se repita el fascismo".

Monolito en memoria de los represaliados junto a la Muralla de la Macarena. Monolito en memoria de los represaliados junto a la Muralla de la Macarena.

Monolito en memoria de los represaliados junto a la Muralla de la Macarena. / M. G.

"Nos hemos convocado aquí para celebrar y homenajear a las víctimas del franquismo. Sevilla, desde el jueves pasado, es un poco menos fascista". Intervienen la Plataforma de Sevilla por la República, Coordinadora Andalucía Republicana y la Plataforma Gambogaz, que son las tres entidades que convocaron el acto. Además de los pertinentes manifiestos, hubo lectura de poemas, testimonios de descendientes de represaliados y, por fin, una ofrenda de claveles rojos, "símbolo de la memoria", en el monolito que, desde el 14 de abril de 2009, recuerda a los fusilados en la Muralla de la Macarena.

"Vamos a tener un recuerdo para los que fueron asesinados y asesinadas impunemente, vilmente, en las madrugadas del año 36 en esas murallas", dice Gracia Maqueda. Esa herida parece que quedó cerrada con la exhumación de los dos generales. Pero todavía queda alguna abierta... Se acercan curiosos y hay quien no comprende por qué esta reivindicación ahora. "¿Tiene sentido esto ya, no están contentos con la exhumación?". Otros se acuerdan de represores o implicados directamente en la guerra del otro bando que sí mantienen sus honores... Quizá sea incompleta la Ley de Memoria Democrática, sí.

El sol ya calienta pasado el mediodía. Mientras un camarada continúa con su letanía reivindicativa por las "víctimas del franquismo", algunos ya enrollan sus banderas. "Vamos a tomarnos una cervecita". Venga. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios