Tras la contundente victoria del Sevilla ante el Granada (3-0), se vivió en zona mixta un momento muy emotivo. Lucas Ocampos, al salir, se detuvo con una niña para firmar una camiseta. Hasta ahí todo normal, aunque lo verdaderamente especial de esta anécdota fueron las lágrimas de Genoveva, a quien el argentino le había prometido ese detalle durante la semana, pero que nunca se pensaron, ni ella ni su familia, que se podía llegar a cumplir.

Lucas Ocampos conoció al padre de Genoveva en el Premier Pádel de Sevilla. Él era seguridad del evento y le comentó al argentino que su hija era una gran fan de él. El argentino, en una muestra más de lo detallista que es siempre con los más pequeños, le prometió que le daría su camiseta y ante todo pronóstico así fue: el extremo se la dio al terminar el partido y se la firmó en zona mixta.

"Para Genoveva con cariño". Cuatro palabras que provocaron las lágrimas de una niña que jamás olvidará aquel momento. Lucas Ocampos la consoló con abrazos y sus padres, también, se llevaron una anécdota para la posteridad. Esto también es fútbol, concretamente la parte más bonita.

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