entrevista a Monchi

"El aficionado ve en el campo lo que haría si fuera futbolista"

  • El de San Fernando goza viendo al sevillismo disfrutar y hace repaso de entrenadores y presidentes.

Monchi en el vestuario del Sánchez Pizjuán.

Monchi en el vestuario del Sánchez Pizjuán. / Juan Carlos Vázquez

La mezcla de sentimientos que guerrean dentro de la cabeza de Monchi llega a su ebullición en una semana en la que el Sevilla, a un punto del Madrid y tras haberle hecho hincar la rodilla, está en todos los telediarios. Le tiene el director deportivo mucho respeto a eso de aspirar a la Liga. No le sale decir que es casi imposible, pero lo piensa. Lo que sí tiene claro es cómo se siente el sevillismo viéndolo disfrutar con su equipo en el campo. En la continuación de la profunda charla con el isleño relata su relación con los entrenadores que ha tenido y los tres presidentes, que, cada uno a su manera, han marcado o marcan su carrera.

"Con Castro tengo una excelente relación; el motivo de mi decisión no lo busquemos en la otra parte; está aquí"

En primer lugar, Roberto Alés, en tiempos de vacas flacas, dejó en sus manos el timón del barco. "Con Alés hablo de vez en cuando y siempre le tengo que estar agradecido porque fue clave. Si no hubiera apostado por mí posiblemente estaría ahora en un despacho de abogados o seguiría de delegado, que era mi puesto en aquel momento. El antes y el después de mi vida está en esa decisión suya", explica para después soltar alguna que otra carcajada al referirse a comentarios sobre una mala relación con Castro como peaje a su espinosa decisión de abandonar el club: "Es que es el presidente de la entidad. Con Del Nido también lo planteé cuando me iba a ir al Almería. El motivo no lo busquemos en la otra parte, está aquí (se señala a sí mismo). No hay ningún motivo que no sea una decisión mía personal. No es cuestión de buscar enemistades. Mi relación con él es en lo personal buena porque nos conocemos de hace muchos años y profesional como la que es, director deportivo-presidente, en constante comunicación".

Un café con Del Nido

Con Del Nido, con quien llegaron los títulos, confiesa haber tenido un encuentro cara a cara muy recientemente en el que matiza que éste no le ha pedido que se quede más allá de su sentimiento sevillista. "En una de las veces que ha salido he estado con él, sí. Tomamos un café y hablamos mucho de fútbol. Él es como es, sevillismo, sevillismo y sólo sevillismo... Hablamos del club, de todo lo que está viviendo, de lo que ha vivido, porque aunque desde lejos, lo ha sentido... Y ahora que está saliendo lo vive más. No va a cambiar y sigue con su ambición y su exigencia. Pero muy bien, dos amigos".

En cuanto a los entrenadores con los que ha tenido que convivir casi a diario (Caparrós, Juande, Jiménez, Álvarez, Manzano, Marcelino, Míchel, Emery y Sampaoli), con infinidad de llamadas de teléfono día y noche, Monchi destaca curiosamente al que menos tiempo estuvo. "El día a día con todos ha sido muy cercano, muy intenso, ha habido mucha complicidad y todos me han aportado. Evidentemente, más con los que han estado más tiempo, pero, por ejemplo, con Marcelino tengo una magnífica relación y aprendí mucho de él. Quizá fue al primero que vi en cuanto a preparación de partidos dar una vuelta de tuerca. Al primero al que vi con cortes de vídeo, llevando al campo esos cortes, a cómo jugaba el rival... Y ya no te digo de Unai, de Joaquín o de Juande, que han estado más tiempo. Creo que el ser humano tiene que estar continuamente reciclándose y en la parcela mía, mucho más, así que qué mejor que rodeado de gente que tiene esa gran experiencia".

"Con José María hablé mucho de fútbol y del Sevilla; él no va a cambiar y sigue con su ambición y su exigencia"

Monchi goza viendo al sevillismo disfrutar y entiende que ese sentimiento acaba siendo recíproco y repercute en el buen rendimiento en el campo. "El aficionado se está implicando porque está viendo en el campo lo que él haría si fuera futbolista. El sevillismo es feliz y con esa actitud es más fácil encontrar resultados. La exigencia del aficionado se resume en una frase que estoy acostumbrado a escuchar: Has ganado una Europa League, ¿pero qué vas a traer para el año que viene? Es decir, esto ya está, es nuestro, ahora a ver qué vamos a hacer. No nos perdonarían que nos relajásemos".

Monchi posa con la Copa del rey. Monchi posa con la Copa del rey.

Monchi posa con la Copa del rey. / Juan Carlos Vázquez

Y para lo atractivo que el Sevilla se hace en el campo, también tiene una explicación. "Ha sido un gran cambio. Yo creo que no había en España un equipo que jugase así, había casos similares, pero así no, con un dibujo táctico a veces hetereogéneo, con una ambición desmesurada, con un peso ofensivo mucho más protagonista que el defensivo...".

Todo esto ha dado para que la euforia suba como la espuma. La condición humana es así, cuando ve lo que le gusta dispara su autoestima. Y en pleno debate sobre si el Sevilla puede o no puede, surge la comparación con otras ligas europeas en las que no existe un aparato orquestado que acaba limpiando al que osa debatir el régimen. Monchi no habla de árbitros, de comités sancionadores, pero sí de poder mediático... y todo lo que ello lleva detrás. "Las diferencias que hay en otras ligas entre los grandes, grandes y los no tan grandes... no es tan grande, valga la redundancia. No sé si me explico. ¿Quién es el equipo más grande de Alemania? Vale, el Bayern Múnich, pero el Borussia Dortmund también lo ha sido. En Inglaterra, cualquiera; en Francia... Entonces, yo creo que acortar las diferencias con el Madrid y el Barcelona es muy difícil y se tienen que dar circunstancias en las dos direcciones, una en que ellos no estén bien y otra que tú estés muy bien. Yo creo que este año se está dando eso. Ahora, ¿que nos va a dar para llegar? Yo lo veo difícil, lo veo complicado y nada fácil".

El aparato de los grandes

¿Y existen otros condicionantes en España para agrandar aún más las diferencias? ¿Es también decisivo lo que está alrededor de Real Madrid y Barcelona? "Sí, pero es fruto de lo que decía, de la diferencia entre los dos mastodontes y el resto. Los dos mastodontes generan mucho y mucho más que en otros países. Yo no he hecho una encuesta, pero Madrid y Barcelona en España posiblemente acaparen el 70% de los aficionados al fútbol. Y evidentemente, el que tiene que escribir, el que tiene que hablar... eso tiene que salir porque al final son empresas privadas. No es fácil manejar eso, pero con todo, el Valencia ha ganado una Liga, el Atlético también, el Deportivo... en fin. ¿Por qué no?"

El equipo simpático que gana empieza a dejar de ser simpático cuando les discute las cosas a los grandes. El Sevilla lo hizo y se topó, entre otras cosas, con un arbitraje de Iturralde en Palma que Monchi no lo incluye en su carperta de excusas: "No, no... Es tanto lo que hemos vivido que sería de muy pobres fijarse en lo que no y no quedarse con lo que sí. Fue una oportunidad, pasó lo que pasó, pero creo que nos ha dado mucho el destino y no hay que ser desagradecido con lo que nos ha dado el fútbol".

"La exigencia de la afición se palpa en una frase: 'Has ganado una Europa League, pero a quién vas a traer ahora"

Eso sí, hay que sacar pecho. Repetir otro año en la Champions significaría otro salto en lo económico, pero estar a 7 puntos del quinto ya es un logro que ni se valora. "Yo miro la clasificacion siempre con dos referencias, el séptimo, porque entrar en Europa tampoco es fácil y para nosotros es una obligación, y el quinto. Estamos ya a tres victorias del quinto y eso es importante. Pero lo hablaba con el míster, también cuando uno aspira a lo máximo, si puedes seguir el ritmo del Madrid y el Barcelona eso te va a permitir separarte de los que vienen por detrás".

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