Cuando uno llega a Espartinas intentando averiguar qué tiene para ser el único pueblo de Sevilla en el que el PP ha ganado en todas las elecciones, los viejos del lugar coinciden: influye la sombra de María Regla Jiménez, alcaldesa de 1983 a 2003, cuando murió y le sucedió su hijo, Domingo Salado, actual regidor. Incluso quienes ahora no votan al PP, explican que puso orden y servicios en un municipio de 2.000 vecinos, que la gente llegaba con problemas que solventaba, al margen de la ideología de esta nieta y sobrina de alcaldes, amiga de Manuel Fraga: lo del cruceiro que regaló y ella confundió con un crucero no es leyenda urbana, sino una anécdota real que contaba sin complejos. Política de cercanía en su manifestación más básica. Pero también se tiene claro que el PP gana por las urbanizaciones de alto nivel que han proliferado y que han hecho que, sin tener industria, Espartinas tenga la segunda mayor renta por IRPF de Sevilla, casi 25.000 euros por cada uno de sus 15.000 empadronados.

Nunca había existido la sensación de que algo podía cambiar hasta ahora, cuando muchos vecinos -más expresivos los recién llegados que los de toda la vida- dan por hecho que el PP puede perder la mayoría absoluta, que por eso vino la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y que tiene que ver con el "bolsillo", con los impuestos. "En el momento en el que se toca, la ideología se olvida", resume José María Fernández, joven empresario (tiene con su mujer una empresa de desarrollo web), candidato a la Alcaldía por C's, junto al Ayuntamiento. Fernández se refiere al IBI, que se mantuvo bajo, al 0,50%, cuando los convenios urbanísticos permitían al Ayuntamiento dar servicios gratis y hasta que se vio que el parón del ladrillo no era pasajero y había un déficit millonario. Subió un 58% en 2012, coincidiendo con una revisión catastral que ha hecho que, incluso cuando se bajó algo después, los recibos se hayan duplicado en una zona en la que un aliciente son las casas grandes o los chalés con parcela.

"La gente tiene la sensación de que le han tomado el pelo", añade cabeza de cartel de C's: "Con lo que se paga no hay monitores en los colegios -el Consistorio los tuvo, pero los suprimió, recordando que competen a la Junta- y "se ha pagado una plaza de toros por empeño del teniente de alcalde, padre de dos toreros". En tanto que dura la conversación, llega un vecino pidiendo papeletas y las guarda en una revista. También Alfredo Molero, representante de la familia Ramos (la del futbolista Sergio) para interesarse por la postura de la formación sobre el centro comercial, de ocio y deportivo El Marquesado, y al que el resto de grupos dio su visto bueno, salvo IU.

El candidato del PSOE -Ignacio Rubio, comercial, 59 años, ahora en el Grupo Socialista de la Diputación-, cogido a bote pronto en Espartinas, habla de "despilfarro" y recuerda que el Ayuntamiento ejecutó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectó a 70 personas, 70 familias cuyo voto puede ser determinante. El PSOE de Sevilla maneja una encuesta -según el PP local no se han hecho, en los pueblos se sabe todo- que les daría un empate técnico con el PP. Éste perdería tres ediles que cogería C's. IU sacaría un edil. Quedarían fuera del Pleno UPyD y PA, que tienen un concejal, y no lograría representación Vecinos por Espartinas. De su programa, Rubio destaca que subvencionarán el segundo recibo del IBI de 2015 y lo bajarán en 2016, y que sus propuestas son las de los vecinos, lo que facilitaría un entendimiento para gobernar sin mayorías absolutas.

En la improvisada visita a Espartinas no es posible hablar con el alcalde -acompaña hasta Villamanrique a la Hermandad del Rocío de Espartinas, que salió ayer- y es Javier Jiménez el que valora la campaña, descartando que vayan a perder la mayoría absoluta: "Los vecinos han aplaudido cómo lo hicimos en los años de bonanza, ahora hemos cogido el toro por los cuernos, somos el primer pueblo que hizo un ERE, el plan de ajuste, el primero en salir de él; en 2016 el IBI volverá al 0,5%; comprenden que es la situación por la que han pasado empresas y familias y había que afrontarla, nunca hemos mentido". "El pueblo más rico de Andalucía no puede permitir que otras fórmulas lo manden a segunda división".

En el bar frente al ambulatorio, Lorenzo y Andrés, albañil jubilado y empleado del Ayuntamiento de Sevilla, antes de identificarse como miembros de la candidatura de IU, coinciden en el diagnóstico del "cabreo" por el "bolsillo" y la subida del IBI, cuando antes regalaban los libros hasta en colegios de pago, dicen. En la Peña de Espartaco, Leonardo Ruiz -no vota en Espartinas, pero conoce y frecuenta este "buen pueblo del Aljarafe", donde vive su hija-, no se cree "milongas" de nuevos partidos, "nadie da duros a real", y cita una frase que recuerda a la novela El Gatopardo, diciendo que a lo sumo se podrá cambiar algo para que nada cambie.