Delito de incendio

Condenan a cinco años a un hombre que intentó explotar con bombonas el piso de Sevilla donde vivía con sus hermanos

La vivienda que compartían los tres hermanos estaba en este bloque.

La vivienda que compartían los tres hermanos estaba en este bloque. / M.G.

La Audiencia de Sevilla ha condenado a cinco años de cárcel a un hombre que provocó a propósito un incendio dentro del piso donde residía junto a sus hermanos en la calle Antonio de Nebrija, cerca de la Ronda del Tamarguillo. El incendio "podía haberse propagado a otras viviendas habitadas y afectar a la estructura del edificio". Así consta en la sentencia dictada el 14 de marzo por la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, que celebró el juicio a pesar de que el encausado intentó volver a suspender la vista oral alegando que no confiaba en su abogada, igual que había hecho el pasado 17 de enero. A modo de protesta, el procesado no contestó a ninguna pregunta cuando comenzó su enjuiciamiento, ni de la Fiscalía ni de su propia letrada.

El piso era propiedad de tres hermanos. Uno de ellos es el acusado: Jesús F.G., de casi 48 años. Sus familiares son un hombre y una mujer. La hermana no reclamaba nada, mientras que el otro hermano ni siquiera pudo ser localizado.

Los hechos ocurrieron el 31 de marzo de 2023 en la primera planta de un bloque de la calle Antonio de Nebrija, entre la Ronda del Tamarguillo y la Gran Plaza. Sobre las 19.40 horas, el inculpado "procedió intencionadamente a prender fuego a múltiples objetos que había apilado haciendo uso de líquidos inflamables acelerantes; así como a dos bombonas de gas, en una de las cuales llegó a manipular y cortar el tubo de salida del gas, con la finalidad de incendiar la vivienda y que se propagara al resto de la vivienda y colindantes que estaban habitadas". Esa actuación supuso "un peligro para las vidas" de los residentes.

El acusado provocó una "deflagración" que a su vez causó "múltiples desperfectos" dentro de la vivienda. Se tasaron en 12.463 euros. El fuego, además, pudo "haberse propagado a otras viviendas habitadas y afectar a la estructura del edificio". Por suerte para los vecinos, "el ruido de la deflagración y el humo intenso provocado por el incendio" los alertaron. Los bomberos también se presentaron "rápidamente" y sofocaron las llamas antes de que se extendiesen por el resto del edificio. Sólo sufrió daños la fachada, en este caso por valor de 665,5 euros.

La sentencia, en consonancia con lo que ya reconocía la Fiscalía, relata también que el acusado sufre un diagnóstico de reacción a estrés agudo, con rasgos de personalidad paranoide, que alteran moderadamente su voluntad pero no su capacidad de entender lo que hacía. Para llegar a esta conclusión, el tribunal valora el testimonio de los agentes de la Policía Nacional que acudieron al lugar y encontraron al pirómano "sentado en el quicio de la ventana" mientras de allí salía "gran cantidad de humo". También da importancia al dictamen de los bomberos, que localizaron dos bombonas dentro de la vivienda, "una de ellas manipulada" y con "un pequeño tubo" que había sido cortado, "al parecer por un cuchillo". Por ese orificio "salía bastante gas".

Atenuante de anomalía psíquica

Los agentes, según la sentencia, recogieron además los testimonios de vecinos que admitieron que ya existía una "problemática" con este individuo, quien ya había amenazado "con matar e incendiar las viviendas de todas las personas". Días antes de los hechos, por ejemplo, Jesús F.G. "había realizado un pequeño incendio en una papelera".

Cuando fue asistido por los sanitarios, además, el detenido no paraba de decir que se le había "ido la olla" y que había provocado él el incendio. En la ambulancia lo repitió, según otro agente, "en el sentido de que se le había ido la cabeza al haber provocado tal incendio".

La pena que la Sección Séptima impone al acusado es de cinco años de cárcel por un delito de incendio con la atenuante analógica de anomalía o alteración psíquica.

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