Valencia-Betis | La crónica
  • Los verdiblancos consiguen un triunfo de tremendo valor ante su rival más directo, el Valencia, gracias a los dos goles de Ayoze

  • El dominio de la escuadra de Pellegrini fue total durante el primer tiempo y sólo con la salida de Fekir por el malagueño sufrió algo más en la zona defensiva

  • Así le hemos contado el Valencia-Betis

El Betis de Isco es un Betis de traca en Mestalla (1-2)

Los jugadores del Betis celebran el segundo gol de Ayoze con alborozo. Los jugadores del Betis celebran el segundo gol de Ayoze con alborozo.

Los jugadores del Betis celebran el segundo gol de Ayoze con alborozo. / Biel Aliño | Efe

Triunfo de tremendo prestigio para el Betis en su visita a Mestalla. Los verdiblancos se impusieron por méritos propios al Valencia, el equipo con el que pugnaban por la séptima plaza de la Liga, y lo hicieron, además, con el bastón de mando que le otorga tener a un futbolista de la calidad de Isco. Mientras estuvo el malagueño en el campo, que fue hasta el minuto 59, los visitantes fueron bastante mejores y después también supieron no descomponerse tras el gol del empate de Pepelu. Al contrario, remataron la faena con un disparo de Ayoze que recuperó parte de la fortuna que no había tenido el equipo en el resto del tiempo.

Porque nadie podrá alegar que el gol del triunfo llega en una jugada de rebote tras tocar la pelota en Jesús Vázquez para cambiarle la dirección a Mamardashvili. Sería una tremenda injusticia semejante análisis. Porque antes de que la paridad volviera al electrónico valenciano hay una jugada que lo pudo decidir todo y que también fue juzgada con exceso de celo tanto por el árbitro como por su ayudante en el VAR.

Pablo Fornals, completamente en solitario, disparó cruzado al poste. El tanto debió ser para él, pero el rebote del balón volvió a las manos de Mamardashvili. Bakambu metió la pierna y el tanto fue anulado (62'). Queda la duda de si la acción era invalidada por un fuera de juego previo del propio congoleño o porque la pelota la tenía en las manos el portero georgiano. Esto último no quedaba muy claro.

Como tampoco pareció diáfano que Miranda cometiera penalti en su pugna con Hugo Duro por un balón aéreo en la acción que lo igualó todo. Tanto Busquets Ferrer como su ayudante con monitor entendieron que sí lo era en este fútbol en el que nada más que se siente un pequeño contacto en la cabeza se exagera todo como si fuera el peor dolor del mundo. El Betis pasó entonces por malos momentos, añoró incluso a Isco, aquejado de molestias en la rodilla, al parecer, pero Ayoze apareció para rescatarlo.

Buena primera parte

El Betis iba a dominar con claridad, y con calidad, la primera mitad gracias al magisterio de Isco en su retorno a Mestalla. El talento del futbolista malagueño iba a conducir a los suyos hasta el gol de Ayoze, que llegó antes del ecuador de ese primer periodo, pero no sólo eso, tanto antes como después también el mago de la plantilla verdiblanca se había adueñado del balón para colocar al Valencia en un escalón por debajo.

Porque todo iba a comenzar con una ruleta en el sector derecho del ataque verdiblanco después de un arranque bastante parejo. Fue la carta de presentación de Isco para todo lo que vendría a continuación. Y lo que llegó fue un magnífico control por la banda izquierda y un pase excelente para Ayoze. El canario se encontró con la colaboración de Mosquera, bastante forzado, cierto es, y después su definición iba a ser perfecta.

Isco y Miranda aprietan a Fran Pérez junto a la banda. Isco y Miranda aprietan a Fran Pérez junto a la banda.

Isco y Miranda aprietan a Fran Pérez junto a la banda. / Biel Aliño | Efe

Ayoze se reencontraba consigo mismo en el partido más necesario, se quedaba con el balón y con los lados de la portería para él ante un Mamardashvili que estaba absolutamente vendido ante el bético. Excelente toque con el interior del pie, justo como mandan los cánones y pelota al costado de la red. El Betis se había puesto por delante en un feudo en el que tiene bastante trascendencia precisamente eso, tener el marcador a tu favor.

Y lo mejor del Betis llegará a continuación, pues la escuadra de Pellegrini, con el mismo esquema que suele ser habitual en el entrenador chileno, con Johnny ayudando a Guido Rodríguez para que todos los creativos no tuvieran que esforzarse en exceso en la resta, jamás dio un paso atrás para permitirle al Valencia maniobrar con comodidad.

Al contrario, los béticos comenzaron a originar bastantes situaciones en el ataque, sobre todo en una de ellas que tuvo Isco y que fue clarísima después de dos consecutivas del malagueño. Corría el minuto 33, nacía la situación en un saque de banda a favor y Bakambu le ponía un balón magnífico al cerebro. Lo intentó picar ante la salida desesperada de Mamardashvili, pero se le fue fuera por poco (33').

Todo parecía bien encaminado para el Betis, pero enfrente estaba el Valencia y es una obviedad que el cuadro de Rubén Baraja también podía coquetear con el gol. Lo hizo en un barullo cerca del epílogo del primer periodo y, afortunadamente para los visitantes, Çenk no acertó (46').

Ayoze se viste de Isco

Quedaba claro, por tanto, que la cosa estaba bien encauzada, pero que aún restaba mucho por litigarse en Mestalla. La segunda mitad arrancaba con dos faltas directas de Isco en el borde del área y un cabezazo de Pezzella en un córner que obligaba a Mamardashvili a realizar una buena parada (51').

Hasta que después de una buena llegada de Fornals con un mal centro atrás (58') llegaba la sorpresa de la sustitución de Isco por Fekir antes de la hora de juego. Está claro que la rodilla del malagueño no estaría en las mejores condiciones, pero extrañaba que la estrella del Betis se fuera del campo en un partido con tanta trascendencia.

Más aún se echó de menos a Isco a raíz del empate, pero los once de verde que siguieron en el campo no dieron un paso atrás y siguieron con una actitud valiente en busca de los tres puntos. Le había hecho una buena parada Rui Silva en un tiro de rosca a Peter Federico (73') y llegó el disparo de Ayoze que lo decidió todo.

El Betis supo protegerse con solvencia, ahora sí dio un paso atrás, tan lógico como efectivo. El botín que estaba en juego hacía que esa decisión en pos de tener mayor seguridad defensiva, con Abner por Ayoze para el tiempo de prolongación, estuviera más que justificada. El cuadro de Manuel Pellegrini sacó con nota una de las citas más trascendentes de este final de Liga, vuelve a estar en la zona de los puestos europeos y aguardará el derbi local con la satisfacción de los dos triunfos consecutivos, uno de ellos en Valencia, nada más y nada menos.

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