Betis Baloncesto

Tizona - Betis: Un repaso en toda regla en El Plantío (101-80)

  • El conjunto de Ocampo pasa por encima de los verdiblancos demostrando que su equipo está mejor trabajado

  • Sólo Polanco respondió en los visitantes, pero se apagó en el segundo tiempo y el cuadro heliopolitano bajó los brazos

Seoane defiende al bético Joaquín Rodríguez.

Seoane defiende al bético Joaquín Rodríguez. / Betis Baloncesto

Cuando el Betis Baloncesto se había ilusionado con poco, muy poco, simplemente alzarse con el noveno puesto, el Tizona Burgos de Diego Ocampo, don Diego por Sevilla, le dio un repaso los 40 minutos al conjunto sevillano y, en el banquillo, a Bruno Savignani para sacar al cuadro sevillano de esa imaginaria ilusión que es el noveno puesto tras el triunfo del Ourense en Castellón.

Perdió la tropa sevillana ante el equipo revelación de la temporada. Eso podría entrar dentro de lo esperado, pero la actitud de los verdiblancos resultó preocupante más allá del tremendo desacierto en ataque. Y es que los partidos se ganan en la mayoría de los casos desde la defensa y ésa fue inexistente en el cuadro andaluz, que recibió un sopapo de realidad en forma de paliza: 101-80.

Dependió demasiado el Betis Baloncesto de Polanco, ya que Joaquín Rodríguez se fue pronto al banquillo con dos faltas en 1.40 minutos y Faggiano estaba desaparecido, sin mover al equipo ni asistir. Con el dominicano como única referencia y el equipo dejándose muchos puntos desde la personal (12/18 en la primera parte), el conjunto local, muy bien trabajado con Diego Ocampo en el banquillo, marcó distancias pronto sólo jugando con una mayor intensidad. Más intensidad en defensa, del salto inicial hasta el final complicándole la salida de la pelota presionando a los verdiblancos, que parecían infantiles, a toda pista, y más ambición y deseo a la hora de ir a por los rechaces del aro, haciéndole un descosido a los visitantes yendo con más deseo al rebote ofensivo (16). Eso le bastó al cuadro burgalés para pasar por encima.

En un suspiro, en el tiempo en que Polanco dejó de sumar, se disparó el cuadro burgalés y se pasó del 10-10 al 25-12. Ni siquiera el tiempo muerto de Bruno Savignani a mitad de este parcial hizo que los suyos respondieran, ya que en la primera jugada tras la vuelta a pista el conjunto sevillano cometió una pérdida. Sufría el Betis porque no encontraba su juego. Los lanzadores exteriores no aparecían (1/5 de Polanco pese a sus 16 puntos en la primera parte) como demuestra el 1/10 en triples en los primeros 20 minutos y con Faggiano apagado, los pívots no encontraban situaciones cómodas para levantarse bajo el aro y cuando lanzaban con un rival siempre era de forma forzada fallando el tiro (2/9 entre Wembi y De Bisschop antes del descanso), algo a lo que ayudaba su escaso espíritu.

Pero al equipo heliopolitano hay que tumbarlo muchas veces antes de mandarlo definitivamente a la lona. Volvió a meterse en el choque entre el final del primer cuarto y el inicio del segundo (25-19), pero con Jacobo Díaz haciendo daño por dentro llegó un nuevo tirón local (33-21) respondido por Polanco, ayudado por la circunstancia de que el conjunto burgalés se metió muy pronto en bonus con casi siete minutos por delante aún (33-28).

Pudo acercarse todavía más, pero Polanco no aprovechó el tiro libre de una técnica por flopping de Saint-Supéry ni el lanzamiento posterior, lo que aprovechó Gerard Jofresa para hacer daño desde el perímetro y disparar otra vez al Tizona (44-32), que amagaba con romper el partido sin lograrlo, porque la lucha en el rebote de Wembi y la vuelta de Joaquín Rodríguez, para proteger esta vez a Polanco y sus dos faltas firmaron el 45-37 al descanso. Ni tan mal después de haber sido superado en la primera parte por un Tizona que mostró más y mejores armas en distintas situaciones de partido.

Cinco puntos de Polanco (21 entonces y acabó con 26) pusieron al Betis Baloncesto a tiro del Tizona (45-42), pero hasta ahí llegó el cuadro heliopolitano, que bajó los brazos de manera alarmante. Y es que sin juego interior, con Berzins incapaz de saltar siquiera para pelear los rebotes mientras Doménech apenas tiene minutos, y la unidad B en la pista, por el mal encuentro de Faggiano y Joaquín Rodríguez, se disparó el equipo de Ocampo ante las protestas de Savignani, que cambiaba poco el encuentro con sus decisiones y trataba de ocultar su falta de decisiones y mando protestando a los colegiados. Acabó llevándose la técnica, claro, al final de un tercer acto en el que el Tizona rompió definitivamante el encuentro a su favor con el 69-54.

Poca defensa y actitud, nula pelea y mucho desacierto acabaron con un Betis que bajó los brazos y sentenció el marcador con 10 minutos todavía por delante con una pasmosa facilidad, moviendo la pelota siempre con la idea clara de buscar la superiorridad y el hombre liberado, ya fuera Gerard Jofresa desde el triple, el joven Saint-Supéry entrando con facilidad a canasta o Jacobo Díaz jugando a placer cerca de la canasta.

El Betis sacó la bandera blanca en el último cuarto, pero Pacheco tenía ganas de venganza y no permitió que su equipo levantara el pie del acelerador para rozar la veintena de puntos de ventaja en varios momentos en un encuentro que se hizo largo con los parones por los problemas con la consola del marcador o los tiempos muertos de Savignani con el partido más que perdido.

La derrota muestra la realidad de un Betis Baloncesto que vende como éxito la posibilidad de llegar a al play off cuando en la actualidad si no funciona el trío que forman Faggiano, Polanco y Joaquín Rodríguez, eliminado por personales con una gran frustración, la realidad es que es un equipo normalito, y todavía por hacer, en esta competidísima LEB Oro que no permite dormirse.

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