Rocío 2023

La Hermandad del Rocío de Bruselas: la devoción a la Blanca Paloma en el corazón de Europa

Hermandad del Rocío de Bruselas

La Salve del Olé que compusiera Manuel-Pareja Obregón en pleno corazón de Bruselas. La devoción a la Blanca Paloma no conoce fronteras y uno de sus nidos se encuentra en la capital de la Unión Europea. Fue en esta ciudad donde en el año 2000, cuando se iniciaba un nuevo siglo, se aprobó como filial rociera a la nueva corporación que desde tiempo atrás venía funcionando como asociación de fieles y desde 1996 como hermandad bajo la administración de la Iglesia belga. 

Desde entonces, se ha convertido en una institución de referencia en esta urbe cosmopolita, al ser conocida por "sus peculiaridades", como así define su actual presidenta, Cati de Miguel, las costumbres que mantienen a la hora de celebrar sus actos y cultos. 

El último tuvo lugar el fin de semana pasado en la iglesia de Nôtre-Dame du Sablon, donde se ofició la anual misa de romeros con la que se inicia la romería de estos rocieros, que estarán presentes para Pentecostés en la aldea almonteña. 

Misa y ágape

Distintos momentos de la misa de romeros celebrada en Bruselas. Distintos momentos de la misa de romeros celebrada en Bruselas.

Distintos momentos de la misa de romeros celebrada en Bruselas. / D. S.

Cati de Miguel subraya que se trata del templo "más popular" de Bruselas, por encima de la Catedral, de ahí que acudieran muchos feligreses. El culto contó con el acompañamiento de un coro flamenco, devotos vestidos con traje de flamenca y de corto, banderas de España y reposteros con la cara de la Virgen del Rocío. La misa se ha convertido ya en una cita anual para los rocieros de Bélgica y para los bruselenses que no se quieren perder la manera tan propia que tiene esta hermandad de manifestar su religiosidad. 

La eucaristía la presidió el nuncio apostólico. En ella también se impuso la medalla a los nuevos hermanos. Actualmente alcanza los 130 miembros. Después se ofreció un ágape de fraternidad en el Colegio St. Agnes de Etterbeck, donde se celebró una fiesta en la que no faltaron las sevillanas rocieras y ágapes que dieron buena cuenta de la gastronomía andaluza. 

Cati de Miguel es funcionaria de la Junta de Andalucía en Bruselas. Vivió en esta ciudad desde 1991 al año 2000, cuando la corporación se constituyó como filial por la Matriz de Almonte (su madrina fue la Hermandad de Madrid). Regresó en 2019 y allí sigue residiendo. Desde diciembre pasado ostenta el cargo de presidenta de la filial rociera. 

De muchas nacionalidades

Misa de la Hermandad de Bruselas ante la Virgen del Rocío. Misa de la Hermandad de Bruselas ante la Virgen del Rocío.

Misa de la Hermandad de Bruselas ante la Virgen del Rocío. / D. S.

Recuerda que los orígenes de la Hermandad de Bruselas se remontan a la época en que España se adhiere a la Unión Europea. El grueso principal de miembros que la constituyen lo forman funcionarios de la UE, de la OTAN e inmigrantes andaluces. Pero también rocieros de otras nacionalidades: argentinos, venezolanos e incluso ingleses, lo que le otorga "un carácter universal", acorde con la dimensión que ha adquirido ya esta romería. 

"Muchos hermanos han regresado a España, al jubilarse", refiere Cati de Miguel. Por tal motivo, Pentecostés, además de una fiesta religiosa, supone para estos rocieros un motivo de encuentro entre los que vivieron en Bruselas y los que ya no están allí. Una convivencia que empieza el viernes con un acto simbólico en el Camino de los Llanos para presentarse luego, por la tarde, ante la Patrona de Almonte. 

El Camino Europeo del Rocío

Entre los cometidos que persigue la presidenta de la Hermandad de Bruselas se encuentra dar un nuevo impulso al Camino Europeo del Rocío, que une la capital de la UE con la aldea y cuyas etapas están marcadas por diferentes santuarios marianos, como el de Lourdes y el Pilar de Zaragoza. En cada uno de ellos hay colocado un azulejo de la Virgen del Rocío con sus galas de Pastora. 

Un objetivo para el que ya trabaja esta sevillana de cuna, pero que ha residido la mayor parte de su vida en Cádiz, junto a la parroquia donde se fundó la hermandad rociera de esta ciudad andaluza. Sin embargo, aunque este vínculo le hizo conocer la fiesta religiosa, fue su prolongada estancia en Bruselas la que logró germinar en ella la devoción por la Blanca Paloma. Una devoción sin fronteras.  

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