La Hermandad de Triana ha inaugurado este viernes de Rocío el paso por el vado de Quema, que se ha llenado de peregrinos para contemplar el tránsito por uno de los enclaves más simbólicos de la romería.

Los rocieros del antiguo arrabal han atravesado este tramo del río Guadiamar pasadas las ocho de la mañana, con las primeras luces del día y tras una noche en la que se ha podido dormir poco debido a los chaparrones que han caído. Un agua que ha servido para asentar el polvo de los caminos. El cauce en el vado de Quema se reduce a una pequeña charca de barro líquido que la mayoría de los romeros han preferido evitar. No obstante, la escasa agua ha servido para que los nuevos rocieros se bauticen en un río por donde este viernes también pasará Sevilla.

Triana se dirige ya a la Raya Real, en cuyo comienzo sesteará al mediodía, en la conocida finca de Pozomáquina, propiedad de la hermandad. Por la tarde continuará el camino hasta Palacio del Rey, donde pernoctará antes de presentarse mañana ante la Blanca Paloma.

La corporación del Salvador lo ha hecho poco antes de las diez de la mañana, entre cantos y sombreros alzados. Con buena parte de sus romeros en la lámina de agua embarrada del Guadiamar.

Romeros de la Hermandad del Rocío de Sevilla a su paso por el Quema.

El frío marca estas primeras horas de un viernes en el que también se ha puesto en camino, a las 6:30, la Hermandad de Villamanrique. Las primeras filiales llegaron este jueves al Rocío.

La tarde de este viernes se presentarán ante la Patrona de Almonte, la Hermandad Castrense de Tablada (junto a su ahijada, la nueva filial de Montequinto) y la Macarena. Será el comienzo oficial de la romería en la aldea.