Feria de Abril

La 'Pata de Pollo Coronada': la particular procesión de la Feria de Sevilla

La Pata de Pollo Coronada: la particular procesión de la Feria de Sevilla

La Pata de Pollo Coronada: la particular procesión de la Feria de Sevilla / D.S

La Feria se hizo para hablar de cofradías, o eso han dicho siempre nuestros mayores. El albero ya está disipándose de los bajos de nuestros pantalones, y los trajes ya están agolpados en las tintorerías a la espera de la Feria de Abril de 2025. 

Sin embargo, ¿Quién nos iba a decir a los sevillanos que Sevilla tuvo una madrugada con procesiones este año? Pese a la soledad que nos dejó la pasada noche de Viernes Santo, sobre el Real de la Feria pudimos ver una salida en andas en la noche del Viernes al Sábado de Feria. Algo que no es nuevo, que trasciende mucho más allá de las nuevas generaciones que no dejan morir las cofradías –y mucho menos la guasa– de esta Sevilla nuestra. 

En una de las largas madrugadas de la Feria, pero siempre bastante antes del alba, realiza su procesión la 'Pata de Pollo Coronada', como sus fundadores decidieron llamarla. Los socios de una caseta itinerante estaban debatiendo una madrugada de 1995 sobre cofradías, Feria y Rocío. Todo en uno. Y surgió la Pata de Pollo.

Tras una salida primigenia muy humilde, al siguiente año ya hubo una procesión guasona sobre una silla de enea exornada con botellas de manzanilla, cigarros puros y hasta gambas como maniguetas, así como las flores de las flamencas que querían hacer su ofrenda a la Pata. Cuentan que en sus primeros años llegaba hasta el Bar Bugarín, en la calle Asunción, donde era recibida con gran expectación e incluso una ofrenda floral... 

Tal fue la expectación que creó aquel raro acontecimiento que, con el pasar de los años, muchos feriantes se agolpaban para ver la inefable procesión. Aquello llegó a un punto que los propios hermanos decidieron no sacarla más.

Tras la pandemia, con las ganas de vivir después de tanto sufrimiento colectivo, la Pata vuelve a orearse por el Real de la Feria en ignotas madrugadas de jarana y júbilo desbordado. Incluso hay un simulacro hecho de pasta que puede ser contemplado durante toda la Feria en un pequeño retablo donde recibe culto

La pata de pollo antes de su 'procesión' La pata de pollo antes de su 'procesión'

La pata de pollo antes de su 'procesión'

Cuentan las leyendas que ya no puede ser vista llegando a la Portada, o hasta la Caseta Municipal. Un año, un agente de la Policía Local que estaba haciendo guardia en la caseta del Ayuntamiento le impuso el escudo de la ciudad en su manto. Por entonces su banda sonora eran marchas alegres o jubilosas sevillanas. ¿Quién no ha tocado campanilleros con las llaves alguna vez? 

Qué ciudad. Pero no solo en forma, sino contenido. Sevilla es más Sevilla por las risas que nos sacan momentos como este. Y es que, si Sevilla no existiera, habría que inventarla. 

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