En este mes de marzo feminista reclamamos un sistema sanitario sin sesgos de género que no discrimine a las mujer.

Las mujeres permanecen infrarrepresentadas en el liderazgo de la investigación sanitaria e invisibilizadas como sujetos de los estudios científicos.

La ONU reconoce la desproporcionada carga de cuidados que asumen las mujeres y las repercusiones en su salud.

Cuando hablamos de salud, el sexo nos diferencia y el género nos discrimina.