Tiempo habrá de hacer balance de la larga etapa artística de Pedro Halffter en el Maestranza pero el maestro puede salir con la cabeza alta de un teatro que, en su primera década al frente, se convirtió en una referencia con la culminación del ciclo Wagner y el estreno en España de títulos de rabiosa contemporaneidad como Doctor Atomic de John Adams y de obras maestras de Busoni y Zemlinsky.

Es probable que en su nueva etapa decida impulsar su carrera como compositor, que le ha llevado a ser el único español que publica en el influyente sello Schott. De conversación amena y afición lectora, el madrileño sorprendió con notables veladas, no pocas de ellas sobresalientes, en el podio de la ROSS y en el foso del Maestranza. La crisis económica y la falta de empatía con la plantilla orquestal dieron al traste con muchas aspiraciones de una batuta irregular que ofrece lo mejor de sí cuando aúna pasión y libertad, como ha demostrado en su proyecto de Villafranca del Bierzo, inspirado por su madre, la pianista Marita Caro.