Siete años después el baloncesto en Sevilla podría cambiar de nuevo de manos. El grupo XOY, un conglomerado de empresas mexicanas con una fuerte inversión en varias modalidades deportivas como propietarios, en unos casos, y patrocinador, en otros, está a punto de aterrizar en la capital hispalense nueve años después de la anterior venta a un grupo extranjero cuando el anterior propietario abocaba a la entidad a la desaparición.

Después de que las negociaciones se pararan por el descenso y se reactivaran en la gira que el club heliopolitano hizo por América en pretemporada, la idea de los nuevos inversores es tomar los mandos en octubre, aunque siguen las conversaciones entre las partes y pendiente de las firmas de un acuerdo en el que el baloncesto será sólo la guinda del pastel de un trato mayor.

En lo que se refiere a la sección apenas hay ocho jugadores con contrato del primer equipo a tres semanas de arrancar el curso, aunque la grave lesión de cruzado de Magassa reduce a siete la cifra. Quedan tres fichajes por hacer y el grupo mexicano ya se mueve para firmar esos refuerzos.

Esta venta o traspaso por un precio simbólico en nada se parece al de hace nueve años, cuando Jefferson Capital Funding engañó a propios y extraños con un proyecto fantasma en el que nombres como los del ex NBA Corey Maggette trataban de darle un peso que nunca tuvo. Jeffrey Maythaler aprovechó en su beneficio los recursos de la entidad y un año después el anterior dueño pudo recuperar, con mucho esfuerzo, la propiedad para darle un año de gracia antes de que apareciera el Betis. No fue la única opción, pero sí la que convenció al dueño, que es quien decidió a quien vender por ese simbólico euro.

Ahora llega XOY, un grupo de empresas en el que destacan el tequila Híjole, patrocinador de los Spurs (NBA), los Broncos (NFL), Metz (MLB) y Devils (NHL), equipos de las ligas estadounidenses, la casa de apuestas Upick o empresas del sector financiero. La mayor diferencia con Jefferson Capital Funding es, aunque suene redundante, su existencia. El grupo estadounidense no tenía ninguna base sólida, su presidente ya generaba dudas sólo escribiendo su nombre en internet y nunca se supo qué empresas, avales o capitales presentó para hacerse con el Baloncesto Sevilla.

El conglomerado XOY, por el contrario, es uno de los más fuertes del país mexicano y apuesta por el deporte con la propiedad de los equipos masculino y femenino del Libertadores de Querétaro, con sede en Guadalajara donde precisamente estuvo el Betis este verano; los Reds de Ciudad de México de fútbol americano, los Generales de Durango de béisbol o el Chihuahuas de la segunda división del fútbol mexicano.