Casi 4.000 personas han arropado este domingo a Pedro Sánchez en un acto en Dos Hermanas, bastión socialista por excelencia de la provincia de Sevilla, en la caseta municipal del recinto ferial.

Entre elogios de "presidente, presidente", aplausos, banderas rojas en alto y vítores al secretario general del PSOE y la comitiva de ministros que le acompañaban, se colaron algunos gritos que no estaban dentro del guion.

Fue justo cuando Sánchez llevaba unos minutos sobre el escenario. Antes le precedió el alcalde nazareno, Francisco Rodríguez, y la ministra María Jesús Montero. Las voces de un grupo de espontáneos, pancartas en mano, se escucharon por encima de su discurso al grito de "justicia parada". Han sido escasos segundos. Fueron rápidamente desalojados. Y de ello se encargaron algunos de los presentes a los que les pilló cerca la protesta.

No obstante, la reivindicación continuó fuera de la zona acotada para el público en general, afiliados y periodistas en la caseta municipal, y Pedro Sánchez tuvo que volver a escuchar las críticas a su gobierno de este grupo de funcionarios de justicia, con insignias de los sindicatos CSIF y CCOO cuando abandonaba el recinto ferial nazareno.