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Sevilla

El alcalde de Sevilla no dijo nada contra las vallas ni la ley seca a pesar de sus promesas

  • El subdelegado del Gobierno relata que José Luis Sanz no "hizo ningún apunte" más allá de "algún ajuste horario" durante la reunión de la junta local de seguridad

  • Se impuso el criterio técnico de la Policía, que apuesta por mantener el modelo actual que ha funcionado en los últimos años

  • La Semana Santa mantendrá los mismos aforamientos que en 2023

Policías nacionales

Policías nacionales / José Ángel García

A pesar de que llevaba diez meses prometiendo que no habría ley seca en la Madrugada y que eliminaría la mayoría de las vallas en Semana Santa, a la hora de la verdad el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, no hizo ninguna alegación al plan de seguridad de la semana mayor, prácticamente idéntico al del año anterior, que fue validado este jueves en la reunión de la junta local de seguridad. 

Así lo ha indicado este viernes el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, quien ha detallado que la reunión "transcurrió en un clima de cordialidad y cooperación, como no puede ser de otro modo tratándose de la semana mayor de Sevilla, en la que todos tenemos una responsabilidad". "Hicimos una evaluación positiva de los años anteriores y por parte del Ayuntamiento de Sevilla no se realizó ningún apunte, más allá de algún ajuste horario que ya conocen perfectamente", indicó Toscano durante su acto de presentación como subdelegado, que ha tenido lugar este viernes en la Plaza de España.

El ajuste horario al que hace referencia el representante del Estado consiste en que permitirá a los bares abrir media hora más durante la Madrugada, pero en ningún caso se podrá vender alcohol. El dispositivo es prácticamente idéntico al de los años anteriores, que se diseñó tras los incidentes de la Madrugada de 2017 y que ha tenido buenos resultados en las últimas ediciones. 

En dicha reunión se impuso por tanto el criterio técnico de la Policía Nacional, cuyos máximos responsables son partidarios de mantener el aforamiento y la ley seca, medidas que ayudan a mantener el orden en los momentos más complicados de la Semana Santa. Incluso la Policía había elaborado un documento explicando que había tenido conocimiento por los medios de comunicación de que el alcalde era partidario de eliminar estas medidas.

Sin embargo, según el subdelegado, no hubo ningún tipo de debate sobre la aplicación de estas cuestiones restrictivas en pro de una mayor seguridad. Toscano se mostró partidario del diálogo con el alcalde de Sevilla, con el que tiene concertada una reunión, "pero sin orden del día". Entre el público asistente no estuvo José Luis Sanz ni nadie de su equipo, pero sí el anterior delegado de Seguridad y Fiestas Mayores y principal artífice del plan de aforamientos y ley seca, Juan Carlos Cabrera, que hoy sonríe recordando las críticas que tuvo que afrontar de la entonces oposición.

Uno de los roces entre ambas administraciones ha sido por la propuesta del alcalde de cerrar la Plaza de España, de la que el Gobierno central se enteró por la prensa. "Lo ideal es que si el alcalde de Sevilla quería plantear una cuestión de tanto calado, lo interesante y lo más adecuado es que la administración general del Estado, que comparte un edificio con la plaza, hubiera sido la primera en enterarse. Así podríamos haber compartido visiones y versiones sobre cómo tiene que desenvolverse este espacio". 

En este punto, Toscano hizo una "declaración de principios". "No nos gusta que se restrinjan espacios públicos para la ciudadanía, sino muy al contrario, nos gusta que se abran", sostuvo el subdelegado, que remató con un "llamamiento a la tranquilidad de los usuarios de los servicios que presta el Estado en este edificio, garantizando que se les va a permitir el acceso".

Toscano sucede a su padre, Carlos, al frente de la Subdelegación, tras un periodo de Isabel Mayo como subdelegada accidental. "Hay un hecho irrefutable. Me llamo como me llamo, soy hijo de quien soy y pertenezco a la familia a la que pertenezco. Eso es un hecho y no se puede negar. A partir de ahí, ya no puedo participar en lo que cada uno quiera inferir y pensar. Sí lo utilizo como acicate para tratar de hacer aún mejor mi trabajo, ser más responsable y mejor cada día. Aspiro a que la sociedad sevillana me juzgue por lo que hago y por lo que digo y no por el nombre que tengo", concluyó el subdelegado, que antes había pronunciado un emotivo discurso con un precioso mensaje dedicado a su mujer y sus hijos y con una acertada referencia literaria al Sostiene Pereira de Antonio Tabucchi.

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