Sociedad

El procesamiento de alimentos, un foco de desinformación

Alimentos en una caja de cartón.

Alimentos en una caja de cartón. / M. G.

El ser humano incorporó, en su evolución y desde hace millones de años, el procesamiento de alimentos, que hoy en día genera mitos y desinformación sobre sus características; según un estudio, el 97% de la información sobre alimentación que circula por algunas redes sociales no es correcta.

A lo largo de millones de años, el procesamiento de alimentos -con las técnicas de cocinado, manipulación y transformación- ha evitado patógenos y aumentado la variedad de la alimentación humana, ha defendido la doctora en prehistoria y responsable del grupo de investigación Paleofisiología y Ecología Humana en el Centro Nacional de Investigación Humana, Ana Mateos.

Según ha remarcado, algo "importantísimo" para una especie que ha comido "carroña durante miles de años".

También se ha mejorado la digestión de absorción de nutrientes gracias a los diferentes puntos de inflexión en el procesado de los alimentos, como la aparición del fuego, sin olvidar la evolución en la conservación de alimentos, que ha ayudado a que el ser humano "no dependa tanto de la estacionalidad para poder comer".

Procesar un alimento es "cualquier operación física mecánica o química a un alimento que, de alguna manera, modifica o transforma esas propiedades iniciales que de forma original tienen los alimentos y bebidas", ha recordado la responsable de Nutrición y Salud del Departamento de Política Alimentaria de la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Carlota Martínez.

Se puede llamar así, entonces, a lo que hace cualquier persona en su casa al cocinar o lo que hace la industria en gran escala en sus plantas, pero es foco de un debate que inunda de ruido la información sobre nutrición.

Y hay datos concretos, como la conclusión de los expertos de la Universidad de Dublín que, tras analizar 67.000 vídeos de la red social TikTok y compararlos con las directrices dietéticas generales, concluyó que sólo el 2,1% se ajustaban a consensos científicos; el resto de los contenidos "o eran exactos o ambiguos", ha afirmado Martínez.

Mención aparte merece el término "ultraprocesado", para el que "no hay una definición científica, no hay ningún consenso científico que defina esta palabra", ha insistido la presidenta del Grupo de trabajo de política Alimentaria y Nutrición de FIAB, Carolina Muro.

Ha remarcado que las empresas "tienen claro" que tienen que ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas a través de la alimentación, y se puede hacer "tocando un poco" la composición de los alimentos.

Ha indicado, en este punto, el plan de mejora de composición de alimentos que firmó la industria alimentaria con las administraciones y que afectó a 13 categorías muy presentes en la cesta de la compra; a su juicio, un "gran logro por parte de la industria".

Con datos de 2023, la industria alimentaria española ha facturado 162.459 millones de euros y cuenta con 28.335 empresas en el sector y 463.900 trabajadores, de los que un 38,2% son mujeres, casi diez puntos por delante de la media de la industria manufacturera.

De cara al futuro, las expertas han coincidido en la responsabilidad de toda la cadena, incluido el consumidor, para alcanzar "la dieta de salud planetaria", un concepto multiperspectiva que dará mucho que hablar en un contexto de crisis climática como el actual.

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