Vivir en Sevilla

Ruta por los otros "ríos" que tuvo la ciudad de Sevilla: el Tamarguillo, el Tagarete y La Cava

La cava de Triana, una historia desconocida

La cava de Triana, una historia desconocida

Que el único río que pasa por la ciudad de Sevilla es el Guadalquivir es completamente cierto, como lo es que se trata del único río navegable de España. Pero que, tiempo atrás, por la capital también circularon otros arroyos (algunos lo siguen haciendo) también es real. 

Estos han sido concretamente tres: el Tagarete, el Tamarguillo y La Cava. Al igual que ha sucedido con el cauce del Guadalquivir a lo largo de los años, éstos se han ido modificando para adecuarlo a las condiciones de habitabilidad de la ciudad (el Guadalquivir pasaba antes por la Alameda de Hércules). Todos estos arroyos reúnen una interesante historia que habla sobre cómo era Sevilla en el pasado.

La Cava de Triana

Una cava es una especie de foso o excavación que rodea a una muralla y, en este caso la Cava de Triana era, según la teoría más extendida, un brazo del río que recorría Triana prácticamente desde la actual Chapina hasta República Argentina.

No se sabe con seguridad si se formó por la acción humana o porque el río se desbordó y circuló de esta manera por esta zona de la ciudad. Data del siglo XIII y se vincula su origen al de la Sevilla almohade. formando junto a la muralla de la ciudad parte del sistema defensivo de ésta. 

Por aquel entonces el barrio de Triana estaba dividido en dos partes por la actual calle de San Jacinto: la cava de los gitanos (en la que había un importante asentamiento gitano) y la cava de los civiles (porque había en esta parte un cuartel de la Guardia Civil).  

Aunque esta brazo del río sea desconocido lo cierto es que había hasta tres puentes que la cruzaban. El primero de ellos se encontraba a principios de la calle Castilla, el segundo en mitad de la actual calle San Jacinto y el tercero donde hoy está la Plaza de Cuba, al final de Pagés del Corro. Fue de hecho éste, con el cargo de teniente alcalde de Triana, el encargado de sanear y enterrar dicha cava. 

El arroyo Tagarete

Junto a la Torre del Oro se puede observar, en la actualidad, una entrada ubicada en la orilla de Sevilla. Ésta es la que se correspondería con la desembocadura del arroyo Tagarete, que pasaba por la ciudad hasta el siglo XIX y que provenía de la comarca de Los Alcores, donde se le conocía como arroyo Miraflores.

Éste circulaba por la calle Arroyo ya en la capital, que recibe ese nombre precisamente por eso, y circulaba junto a la muralla de Sevilla hasta llegar a la actual calle de San Fernando y desembocar en el Guadalquivir a la altura de la Torre del Oro. 

A mediados del siglo XIX este arroyo se entubó por primera vez y, posteriormente, en 1929, se desvió su cauce hasta el arroyo del Tamarguillo con del fin de alejarlo del casco urbano de la ciudad. Esto se hizo porque su existencia provocaba inundaciones y enfermedades. En la actualidad la mayor parte de este arroyo no se puede ver porque está soterrado. El único tramo que queda de él en la superficie se puede observar en el parque de Miraflores. 

Arroyo del Tamarguillo

Al igual que sucedió con el Tagarete, el arroyo del Tamarguillo, que nace cerca de Parque Alcosa, ha sufrido varias transformaciones con el objetivo de alejar su cauce del casco urbano por los continuos desbordamientos que sufría. 

Tan es así que la actual Ronda del Tamarguillo recibe este nombre porque el arroyo circulaba por ahí pero tras las inundaciones que tuvieron lugar en 1961, decidieron desviarlo para que desembocara en el Guadalquivir (antes lo hacía en el río Guadaíra). Este brazo se acabó secando y, como consecuencia, le pusieron ese nombre a la vía por la que circulaba.

En la actualidad hay un proyecto sobre la mesa que pretende que se vuelva a desviar para que desemboque en el Guadalquivir a la altura del barrio de San Jerónimo pero éste se encuentra parado por falta de fondos. 

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